La oncología moderna busca un equilibrio entre la erradicación del cáncer y la preservación del bienestar del paciente. Dentro de este desafío, emerge la disfunción cardíaca inducida por terapias oncológicas (CTRCD), un efecto secundario potencialmente grave de ciertos regímenes antineoplásicos. Un estudio reciente ha iluminado el papel de los inhibidores de SGLT2 en la mejora de la CTRCD, ofreciendo resultados clínicos prometedores.
Titulado “SGLT2 Inhibitor Use and Risk of Clinical Events in Patients With Cancer Therapy–Related Cardiac Dysfunction”, el estudio se centra en los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2). Estos fármacos, conocidos por su eficacia en la insuficiencia cardíaca (HF), son ahora objeto de investigación en el contexto de la CTRCD.
Mediante un análisis de cohorte retrospectivo, se identificaron pacientes mayores de 18 años con diabetes tipo 2, cáncer y exposición a terapias cardiotóxicas, diagnosticados posteriormente con cardiomiopatía o HF. Se excluyeron aquellos con enfermedad cardíaca isquémica para obtener una muestra pura.
Los sujetos se dividieron en dos grupos: aquellos que recibieron terapia médica estándar y aquellos tratados con inhibidores de SGLT2. A través de un emparejamiento por puntuación de propensión, se compararon los resultados clínicos durante un seguimiento de dos años.
La muestra consistió en 1.280 pacientes (640 en cada grupo), con una edad promedio de 67,6 años, donde el 41,6% eran mujeres y el 68% eran blancos. Aquellos tratados con iSGLT2 mostraron una reducción significativa en la exacerbación aguda de HF y la mortalidad por todas las causas. Además, se observó una disminución en las hospitalizaciones, la fibrilación/aleteo auricular, la lesión renal aguda y la necesidad de terapia de reemplazo renal.
Estos resultados son alentadores, ya que vinculan el uso de iSGLT2 con una mejora en la supervivencia y calidad de vida de pacientes con CTRCD/HF. Este descubrimiento abre nuevas vías de esperanza para quienes luchan contra el cáncer y sus complicaciones cardíacas.
El estudio aporta pruebas convincentes del papel vital de los inhibidores de SGLT2 en la mejora de los resultados clínicos en pacientes con CTRCD, una población que hasta ahora ha tenido pocas opciones terapéuticas. Es imperativo continuar investigando el potencial de estos fármacos, no solo en la diabetes y la HF, sino también como aliados en la mitigación de las secuelas cardíacas del tratamiento oncológico.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.