La falta de actividad física constituye uno de los problemas primordiales para la salud en general, y en particular, para la salud cardíaca. Significa no moverse mucho o hacer menos de 2 horas y media de ejercicio moderado cada semana (como caminar) o solo 1 hora y 15 minutos de ejercicio intenso. Más del 60% de las personas en todo el mundo no se mueven lo suficiente, y eso está relacionado con un mayor riesgo de problemas como obesidad, diabetes, presión alta, problemas en los niveles de grasa en la sangre, coágulos y otras enfermedades crónicas.
El no moverse no solo afecta a los adultos, sino que incluso los niños pueden tener problemas en el corazón, según un estudio presentado este año en el Congreso europeo de Cardiología. Los investigadores estudiaron a 3.000 niños y adolescentes de entre 4 y 18 años. Descubrieron que los que pasaban mucho tiempo sentados viendo televisión, con videojuegos o usando el ordenador, tenían problemas en una parte importante del corazón, el “ventrículo izquierdo”.
El ventrículo izquierdo es una bomba dentro del corazón que está encargada de impulsar la sangre a todo nuestro organismo. El estudio mostró que los niños que pasaban más tiempo sin moverse tenían esa bomba más grande y con paredes más gruesas y menos elásticas de lo normal. Esto puede causar problemas porque el corazón no puede expandirse y contraerse adecuadamente, con el riesgo de ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares o incluso mayor riesgo de muerte.
Lo más interesante del estudio es que esto pasaba incluso en niños con peso y presión arterial normales. Eso sugiere que quedarse quieto daña el corazón sin importar mucho el peso o la presión arterial. Además, el estudio encontró que este daño se va acumulando con el tiempo. Cuanto más tiempo pasen sin moverse, más problemas puede tener el ventrículo izquierdo.
El estudio también mostró que por cada hora extra que alguien pasa sin moverse, el ventrículo izquierdo puede engrosarse un poco más. Además, estos cambios son más notorios en niños que en niñas, y en adolescentes más que en niños más pequeños. Los investigadores también vieron que mientras más tiempo se quedan quietos, menos eficiente es el corazón para bombear sangre.
Estos descubrimientos son preocupantes porque los niños y adolescentes de hoy pasan mucho tiempo frente a pantallas debido a la tecnología y la falta de lugares para jugar en el exterior. La mayoría de los jóvenes no hacen, al menos, 1 hora de ejercicio intenso al día, como deberían.
Por eso, los expertos dicen que es importante moverse más y estar menos tiempo sentados. Hacer ejercicio desde pequeños es una manera de cuidar el corazón para el futuro. Algunas formas de lograrlo son: limitar el tiempo frente a las pantallas a menos de 2 horas al día, jugar con amigos, caminar o andar en bicicleta para ir a la escuela, practicar deportes que les gusten y que sean adecuados para ellos, y realizar actividades saludables en familia.
Quedarse quieto es un problema para el corazón, incluso desde niños. Es importante saberlo y tomar medidas para evitarlo. Hacer ejercicio es una de las mejores maneras de mantener el corazón fuerte y sano durante toda la vida.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.