La grasa abdominal es un factor de riesgo para la salud, ya que se asocia con enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras complicaciones. Pero, ¿sabías que el tipo de obesidad también puede afectar al cerebro? Un estudio reciente ha encontrado que la grasa abdominal predice la pérdida de volumen cerebral a la mediana edad en 10.001 individuos.
Este estudio se basó en una técnica de resonancia magnética (RM) que permite medir la grasa abdominal y el volumen cerebral de forma precisa. Es importante destacar que la grasa abdominal se divide en dos tipos: la grasa visceral, que rodea los órganos internos, y la grasa subcutánea, que se encuentra debajo de la piel. La grasa visceral se considera más peligrosa, ya que libera sustancias inflamatorias que pueden dañar los tejidos y aumentar el riesgo de enfermedades graves.
Los investigadores utilizaron un método con inteligencia artificial para segmentar 96 regiones cerebrales y calcular el volumen de la materia gris y la materia blanca, que son las partes del cerebro que contienen las neuronas y sus conexiones. También analizaron el volumen del hipocampo, que es una región clave para la memoria, y el volumen de los lóbulos frontal, temporal, parietal y occipital, que se encargan de funciones como el pensamiento, el lenguaje, la percepción y la visión.
Lo que hace este estudio aún más relevante es que demuestra que el tipo de obesidad es importante para la salud cerebral. Los resultados mostraron que la grasa visceral predijo un menor volumen cerebral en todas las regiones analizadas. Esto significa que la obesidad abdominal, especialmente la grasa visceral, tiene un efecto negativo sobre el cerebro, que podría traducirse en un deterioro cognitivo y un mayor riesgo de demencia. Además, las mujeres mostraron una mayor pérdida de volumen cerebral que los hombres relacionada con el aumento de la grasa visceral.
Por otro lado, la grasa subcutánea también se relacionó con una menor volumen cerebral, aunque en menor medida que la grasa visceral. Esto sugiere que la obesidad en general, independientemente de su ubicación en el cuerpo, puede tener un impacto negativo en el cerebro, aunque se desconoce el mecanismo exacto detrás de esta relación.
Mantener un peso saludable y evitar el exceso de grasa abdominal se convierte en una recomendación crucial para prevenir el envejecimiento cerebral y sus consecuencias. Además, es fundamental comprender que el tipo de obesidad que tenemos puede tener un impacto significativo en nuestra salud en general y, en este caso, en la salud cerebral.
La obesidad abdominal, en particular la grasa visceral, tiene un impacto negativo en la salud cerebral. Este estudio nos recuerda la importancia de adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular para prevenir no solo problemas de peso sino también posibles complicaciones cognitivas en el futuro. Cuidar de nuestra salud es una inversión en nuestro bienestar a largo plazo, tanto físico como mental, y el tipo de obesidad que tenemos desempeña un papel crucial en este proceso.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.