Un estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, realizado por el Dr. Luigi di Filippo y sus colaboradores, revela la asociación entre los niveles bajos de vitamina D y la presencia de COVID-19 persistente en los pacientes. La COVID-19 persistente, un síndrome emergente que afecta a entre el 50% y el 70% de los supervivientes de COVID-19, se define por la aparición de varios signos y síntomas que no estaban presentes antes de la infección por SARS-CoV-2 y que solo pueden atribuirse a la enfermedad aguda.
El estudio se basó en datos de pacientes mayores de 18 años que fueron hospitalizados en el Ospedale San Raffaele con diagnóstico confirmado de infección por SARS-CoV-2 durante la primera oleada pandémica y se les dio el alta en un período de seguimiento de seis meses. Se identificaron 50 pacientes con COVID-19 persistente y se los comparó con otros 50 pacientes sin COVID-19 persistente en términos de edad, sexo, comorbilidades y otros factores.
Los resultados mostraron que los pacientes con COVID-19 persistente presentaban niveles más bajos de vitamina D en comparación con los pacientes sin COVID-19 persistente. Aunque los niveles de deficiencia de vitamina D eran similares en ambos grupos, aquellos con COVID-19 persistente tenían niveles más bajos de vitamina D en el seguimiento.
Además, se observó que los pacientes con síntomas neurocognitivos durante el seguimiento tenían niveles más bajos de vitamina D. Los niveles más bajos de vitamina D en el seguimiento eran la única variable significativamente asociada con la COVID-19 persistente.
Estos hallazgos sugieren que la evaluación de los niveles de vitamina D podría ser útil en el manejo de la COVID-19 persistente y podrían representar un factor fisiopatológico modificable en esta condición. Los investigadores destacan la importancia clínica de evaluar los niveles de vitamina D como parte del abordaje de este problema de salud emergente a nivel mundial.
Si bien se requieren más investigaciones para comprender completamente la relación entre la vitamina D y la COVID-19 persistente, estos resultados brindan una visión importante sobre la influencia de los niveles de vitamina D en la evolución de esta condición. Esto podría tener implicaciones en la forma en que se aborda y trata la COVID-19 persistente, con un enfoque en la optimización de los niveles de vitamina D para mejorar los resultados de los pacientes.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.