La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) es una de las principales causas de pérdida de visión severa en personas mayores. La investigación ha destacado el potencial de la melatonina, una hormona natural producida por el cerebro, en la prevención y el retraso de esta afección ocular devastadora.
Un estudio publicado en la revista JAMA Ophthalmology (https://jamanetwork.com/journals/jamaophthalmology/article-abstract/2819801) ha revelado hallazgos prometedores. Investigadores de la Escuela de Medicina de la Case Western Reserve University y del Centro de Bioinformática Oftálmica de la Clínica Cleveland analizaron los historiales médicos de más de 200.000 pacientes mayores, algunos con DMAE en etapa temprana y otros sin problemas visuales relacionados con la edad.
Los resultados son alentadores: el uso de melatonina se asoció con una disminución del 58% en el riesgo de desarrollar DMAE entre los 121.523 pacientes de 50 años o más sin antecedentes de la enfermedad. Además, entre los 66.253 pacientes con DMAE no exudativa preexistente, la suplementación con melatonina se asoció con un 56% menos de riesgo de progresión a DMAE exudativa. Estos beneficios se mantuvieron constantes en diferentes grupos de edad, sugiriendo que los efectos protectores de la melatonina podrían extenderse a las poblaciones mayores, que corren un mayor riesgo de DMAE. La melatonina, conocida por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, así como por sus efectos antiangiogénicos y mitocondriales, podría explicar su potencial terapéutico contra la DMAE.
Aunque se necesita más investigación para validar estos resultados, los hallazgos actuales son prometedores y podrían tener importantes implicaciones clínicas. Actualmente, no existe cura para la DMAE, y los tratamientos disponibles se centran principalmente en ralentizar la progresión de la enfermedad. La posibilidad de utilizar un suplemento seguro y asequible como la melatonina para prevenir o retrasar el desarrollo de la DMAE sería un avance significativo.
Es importante señalar que el estudio tenía algunas limitaciones, como su naturaleza retrospectiva y la posibilidad de que factores de confusión, como los hábitos de vida más saludables entre aquellos que usan melatonina, pudieran haber influido en los resultados. Además, se observaron discrepancias en el contenido real de melatonina en los suplementos, lo que podría afectar la interpretación de los datos. A pesar de estas limitaciones, los hallazgos respaldan la necesidad de realizar más investigaciones, incluidos ensayos clínicos controlados aleatorios, para evaluar de manera más exhaustiva el potencial de la melatonina como terapia preventiva contra la DMAE.
Mientras tanto, los oftalmólogos podrían considerar sugerir a los pacientes con alto riesgo de DMAE que prueben la melatonina, dada su seguridad y asequibilidad, siempre y cuando se realicen más estudios que confirmen estos prometedores resultados.
La melatonina, conocida principalmente por su papel en la regulación del ciclo de sueño/vigilia, también posee una serie de beneficios acreditados que amplían su utilidad en la salud humana. Entre estos beneficios se encuentran:
- Antihipertensiva: Su capacidad para regular la presión arterial y el funcionamiento cardiovascular autónomo puede ser beneficiosa para pacientes con hipertensión esencial, ya que ayuda a mantener las concentraciones adecuadas de óxido de nitrógeno y mejora la función del endotelio.
- Beneficios en la prevención del cáncer: La melatonina ha mostrado un papel oncostático en varios tipos de cáncer, como el de mama, ovario, próstata, oral, gástrico y colorrectal, contribuyendo a frenar el proceso evolutivo de ciertos tumores.
- Antienvejecimiento: Tiene un papel crucial en la protección de la función mitocondrial, evitando la muerte celular y favoreciendo la salud neuronal, lo que puede prevenir enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento como el Alzheimer y el Parkinson.
Aunque se necesita más investigación, los hallazgos actuales sugieren que la melatonina podría desempeñar un papel clave en la lucha contra esta afección ocular. A medida que los científicos continúen explorando este vínculo, la esperanza de una mejor salud visual para las personas mayores se vuelve cada vez más tangible.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.