El endotelio es una capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos, incluyendo las arterias. Cumple un papel crucial en la regulación del flujo sanguíneo y en la salud cardio/cerebrovascular. Sin embargo, cuando se producen fluctuaciones rápidas y pronunciadas en los niveles de glucosa en sangre, el endotelio va a sufrir daños.
Si los niveles de glucosa en sangre aumentan rápidamente, como ocurre después de consumir alimentos con alto índice glucémico (como expliqué en mi anterior artículo), el endotelio se expone a niveles elevados de glucosa de manera brusca. Esto puede provocar estrés oxidativo, inflamación y disfunción endotelial.
El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes en el cuerpo, lo que puede dañar las células y los tejidos. El aumento repentino de glucosa en sangre puede generar una mayor producción de radicales libres, lo que dañará el endotelio y compromete su función.
La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunitario ante una agresión o lesión. Sin embargo, cuando se producen fluctuaciones rápidas y pronunciadas en los niveles de glucosa en sangre, se puede desencadenar una respuesta inflamatoria excesiva en el endotelio. Esta inflamación puede contribuir al desarrollo de enfermedades vasculares, como la aterosclerosis (origen del infarto cardíaco y del cerebral).
La disfunción endotelial se refiere a una alteración en la capacidad del endotelio para dilatar y contraer los vasos sanguíneos de manera adecuada. Las fluctuaciones rápidas y pronunciadas de glucosa en sangre afectan la producción de óxido nítrico, una molécula importante para la regulación del tono vascular. Esto dificulta la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse y contraerse de manera adecuada, lo que compromete el flujo sanguíneo y la salud cardiovascular.
El estrés oxidativo, la inflamación y la disfunción endotelial son algunas de las consecuencias que pueden surgir con las fluctuaciones rápidas de la glucosa en sangre. Por lo tanto, mantener niveles estables de glucosa a través de una alimentación equilibrada será beneficioso para preservar la salud del endotelio y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La investigación de hoy es la terapia del futuro.